¿Te atreves a practicar las posturas de yoga invertidas? Seguramente ahora lo ves difícil y casi imposible de realizar. Sin embargo, con nuestras clases lograrás avanzar y alcanzar el nivel necesario para hacer estos beneficiosos ejercicios. Te daremos todas las claves para que disfrutes y aproveches al máximo de cada sesión en la que practiques los asanas invertidos.
¿Qué son las posturas de yoga invertidas?
Los asanas invertidos en el yoga son aquellas posturas en las que nuestra cabeza se encuentra en una posición invertida, por dejado del corazón. En esta posición nuestro organismo recibe una estimulación diferente, puesto que muchos de sus procesos internos se desarrollen en sentido inverso.
Las posturas inversas nos aportan una perspectiva novedosa del mundo a través de una visión diferente. Para su práctica es muy importante seguir las instrucciones de profesionales especializados en este tipo de ejercicios. Además, deben formar parte de una sesión de yoga. No se recomienda practicarlas de forma aislada.
Beneficios del yoga invertido
La práctica sistemática de las inversiones en el yoga tiene extraordinarios beneficios para nuestra salud física y mental. Estas son algunas de ellas:
- Favorecen la aportación de sangre renovada y oxigenada en la zona posterior del cuerpo (cabeza y tronco), nutriendo partes importantes del organismo como son las neuronas y el cerebro.
- Facilitan y mejoran la circulación de retorno.
- Previenen las varices en las piernas.
- Favorecen la activación y el equilibrio hormonal al facilitar el flujo sanguíneo a las glándulas que conforman el sistema endocrino.
- Mejoran nuestro sistema linfático, a través del cual drenamos las toxinas y residuos del organismo.
- Propician la flexibilidad y tonificación de la zona central e inferior del cuerpo (piernas, espalda, columna vertebral).
- Favorece la apertura de mente o libertad mental al aportarnos una nueva perspectiva del mundo que nos rodea.
Ejemplos de posturas invertidas de yoga
Los asanas invertidos del yoga tienen diferentes grados de complejidad y son practicados de acuerdo con el nivel de los practicantes. Estas son algunas de las más populares.
Halasana
La Halasana, también conocida como postura del arado, es un asana semi-invertida con posición supina. Consiste en mantener el torso elevado por encima de la cabeza, de manera perpendicular al suelo y con las piernas extendidas.
Permite diferentes grados de flexión de la columna vertebral, en concordancia con la sistematicidad del ejercicio. A mayor práctica, mayor grado de flexión de nuestra columna y nuestro cuerpo en general.
Entre otros beneficios ayuda a estirar la columna y los isquiotibiales, favorece la eliminación de la tensión en la región lumbar y escapular. Al aumentar la presión sobre los nervios del cuello, también mejora el funcionamiento de los nervios de la zona espinal.
Prasarita Padottanasana
La Prasarita padottanasana o postura del gran ángulo, es otra postura semi-invertida. Se realiza separando las piernas con los pies paralelos a la altura de nuestras muñecas. Bajamos la espalda hasta descansar la punta de la cabeza en el suelo y las palmas de las manos por debajo de los hombros.
Es uno de los asanas más seguros y asequibles para los principiantes. Entre sus principales beneficios se encuentra el aumento de la flexibilidad de las piernas y del riego sanguíneo del cerebro.
Sarvangasana o La Vela
La postura invertida llamada Sarvangasana o La Vela es considerada la madre de todas las posturas por los increíbles beneficios que aporta a todo nuestro organismo.
Para realizarla debemos estirarnos bocarriba en la esterilla con las piernas juntas y estiradas, y los brazos extendidos. Luego flexionamos las rodillas y las elevamos hacia nuestro abdomen. Tomamos impulso y elevamos también las caderas y las nalgas. Colocamos las manos en la espalda, cerca de los omóplatos y así logramos la verticalidad.
Practicar la Sarvangasana es especialmente beneficiosa para el mejoramiento de la circulación y el sistema nervioso. Además, fortalece el abdomen y la espalda, a la vez que equilibra nuestro sistema digestivo.
Sarvangasana con soporte terapéutico
La Sarvangasana también se puede practicar utilizando algún soporte terapéutico, especialmente aquellas personas que sufren pérdida de la curvatura del cuello o rectificación cervical.
Se debe utilizar mantas, una silla o un bolster que aporte firmeza. Las mantas dobladas y el bolster nos daría un mayor apoyo, simulando el arco cervical. Apoyándonos en una silla, hacemos que esta cargue con el peso de nuestro cuerpo. Así evitamos una sobrecarga en la cabeza y el cuello.
Sirshasana
La Sirshasana o postura sobre la cabeza, es una de las posturas invertidas más importantes y complicadas del yoga. Consiste en elevar el cuerpo perpendicularmente al suelo, sosteniéndonos con nuestros brazos en forma de trípode. Lleva una alta dosis de equilibrio, por lo que no es recomendable su práctica por los principiantes.
Esta postura invertida sobre la cabeza mejora la respiración, reduce la retención de líquidos en las piernas, además es muy beneficiosa para combatir los problemas de tiroides.
Ahora conoces un poco más las posturas de yoga invertidas y sus grandes beneficios para nuestra salud. Solo tienes que proponértelo, ser constante y dejarte orientar por tu profesor para lograrlas.
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