Vivir es morir
¿Voy a morir? Todo el mundo sabe de una manera u otra que va a morir. Pero ¿Cuantos de nosotros lo hemos interiorizado verdaderamente?. Así fue como comenzó la búsqueda de Gautama Buddha en su primera salida de palacio cuando contempló un cadáver en la carretera, con esta pregunta ¿Voy a morir?
Muchas veces necesitamos de una experiencia traumática: un accidente, la muerte trágica de un familiar o de un amigo, contemplar un cadáver de cerca para que la idea de nuestra propia muerte se nos presente de cerca.
Incluso al vivir una experiencia de este calado la gran mayoría de las veces no es suficiente para tener la certeza física de que vamos a morir. Lo más normal es que un miedo se instale en el cuerpo que suele reavivarse en ciertas ocasiones; al coger un avión, montar en motocicleta, al exponerse en público, dar una conferencia.
Ese miedo es un recuerdo de que no hemos aceptado nuestra propia muerte, de que todavía nos creemos indispensables. Y sobre todo, que todavía queda un camino para abandonarse a nuestro deseo más íntimo y aceptar las consecuencias de ser uno mismo sin auto sabotaje.
Vivir es morir. Hacer que nuestra ignorancia, ira perjudicial e interés por solo uno mismo des aparezcan. Vivir es morir a la falta de amor, incapacidad de recibir amor y a la incapacidad de decir y vivir la verdad…
“La muerte destroza al hombre, pero la idea de la muerte le salva.” decía E.M. Forsters.
Lo mejor que puede hacer todo ser humano en 1er lugar es convencerse a uno mismo que aunque no sepamos cuando va a ocurrir, no cabe ninguna duda que todos vamos a morir tarde o temprano. Todos los días fallecen miles de personas y otras tantas que se encuentran en su lecho de muerte.
Una de las reacciones más comunes cuando alguien nos dice que vamos a morir es sentirnos estafados o que como mínimo nos están tomando el pelo. Pero si te paras a pensar, por mucho que sea una broma es una afirmación que siempre lleva un cierto grado de razón. VAS A MORIR.
En 2º lugar, lo mejor que podemos hacer es saber que no somos indispensables y que si morimos, no vamos a ser ni los primeros ni los últimos que pasas por proceso de la muerte. No hay nada de injusto sobre esta realidad. No importa que seas más o menos joven o mayor. Es ley de vida. Todo aparece, perdura, se desvanece y vuelve a aparecer… ¿Por qué vas a ser diferente?
El proceso de la muerte comienza desde el momento que nacemos. Nadie espera que un bebé recién nacido muera, pero puede ocurrir. Normalmente es a partir de los 40 años de edad o a los 50 cuando nos planteamos ¿Qué narices estoy haciendo con mi vida?
VIVE LA VIDA AL MÁXIMO Y PREPÁRATE PARA LA MUERTE
Intenta vivir la vida todo lo que puedas. Visita el Valle Sagrado, Madagascar, Nueva Guínea o cualquier lugar que sueñes con visitar. Se realista con aquello que quieras poseer y comprar, no vaya a ser que te posea y te compre de por vida.
Toma consciencia de que, a menos que disfrutes de la filantropía o sepas realmente lo que hacer con grandes cantidades de dinero, tener juguetes caros o muchas cuentas bancarias no lleva más que a preocupaciones y más gastos.
Empieza a tratar a todo el mundo de tu alrededor como si fuera la última vez que le vas a ver. Resuelve todo los problemas pendientes con amigos y familiares para poder vivir más tranquilo.
Disfruta de los placeres mundanos, cuanto más simples sean y sencillos mejor…